sábado, 30 de julio de 2016

Cerveza por vino en la sexta etapa

Nuestra sexta etapa transcurre por Wachau. Se llama así el valle del Danubio comprendido entre las ciudades de Melk y Krems. Uno de los polos de atracción de la zona es Dürnstein, porque allí estuvo prisionero Ricardo Corazón de León. La comarca está considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Además de su atractivo turístico, este valle es famoso por sus albaricoques y sus uvas. Las variedades de uva propias de esta zona húmeda y fresca, tanto la Gruner Veltliner como la Riesling, son muy apreciadas porque proporcionan un aroma y una frescura muy interesantes a los vinos blancos que se producen. Se diferencia entre los vinos de cuerpo ligero (hasta el 11,5% de alcohol), denominados Steinfeder, los Federspiel, (entre un 11,5% y un 12,5%) y los de la cosecha tardía, la más potente y la más codiciada, que proporciona los vinos secos Smaragd.

Moviéndose por este paisaje vinícola encontraremos de vez en cuando en algunas puertas una circunferencia hecha de  ramas de pino con la inscripción Ausg’steckt. Esta señal indica que es un Heurige (lagar), una típica taberna austriaca donde se sirve vino de cosecha propia. En estos sitios también se come aunque no son restaurantes propiamente dichos. La comida no es tan variada, pero suelen  ofrecer Liptauer, una crema de queso típica austríaca, ensaladas de patata y Wiener Schnitzel, la famosa carne rebozada, ya que la mayoría tienen vacas con las que puedes hacer el queso y la carne rebozada y grandes plantaciones de patata, con las que hacen las ensaladas.

En Viena hay que probar un vino muy especial, exclusivamente vienés. Se trata del Gemischter Satz, un vino algo afrutado y ligeramente picante. Se hace con tres tipos diferentes de uvas procedentes de los viñedos de Grinzing.

La fundación Slow Food establecida en Italia para fomentar la biodiversidad ha incluido este vino en su Arca del Gusto, una distinción que hasta ahora ha sido otorgado sólo a 300 alimentos del mundo entero, reservada a productos nutritivos de alta calidad hechos de forma tradicional para preservarlos del riesgo al que están expuestos a causa de la industrialización de la agricultura, a fin de que se sigan produciendo con la misma calidad y el mismo mimo en el futuro. 

lunes, 25 de julio de 2016

El Hummel, tradicional, típico

El Hummel es una institución en Viena, un típico café restaurante vienés donde sirven desde café hasta cerveza, pasando por pasteles y platos típicos. Su Schnitzel tiene mucha fama y también la Gulasch Suppe. El Hummel está en el distrito 8, uno de los más bonitos de Viena, concretamente en Josefstädter Straße 66, ligeramente alejado del centro de Viena pero con una buena relacion calidad precio. Está abierto los 365 días del año. Lo más asequible es el menú de mediodía, que cuesta sobre 6,80 €. De lunes a sábado abre de 07:00h a 24:00h. Domingos y festivos, de 08:00h a 24:00h.

Es un lugar ideal para probar la comida y bebida típicas de Viena, pero ni es un lugar turístico ni tampoco son precios exagerados. Hay que apuntarse la dirección porque el Hummel es uno de esos lugares por los que hay que pasar en una visita a Viena, Josefstädter Straße 66.

domingo, 24 de julio de 2016

Plan B para asustadizos

El recorrido es ideal para disfrutar sin prisas del paisaje y sin ninguna duda adecuado para ciclistas con cualquier clase de condición física. Vamos a pasarlo bien. Además, para los que todavía tengan alguna duda acerca de su condición, de que un día les pueda doler la cabeza o si el culo les pasa factura por haberle obligado a pasar tantas horas sobre el sillín, siempre se puede hacer parte del trayecto en el ferrocarril que va recorriendo la ruta en paralelo al río. Hay paradas en casi todos los pueblos y transporte gratuito de bicicletas.
En todos estos pueblos del recorrido hay estación de tren: Passau, Pupping, Eferding, Linz, Enns, Perg, Baumgartenberg, Grein, Ybbs, Persenberg, Pöchlarm, Melk, Emmersdorf, Spitz, Weissenkirchen, Dürnstein, Krems, Tulln, Klosterneuburg y Viena.

miércoles, 20 de julio de 2016

Jornadas de pedal

Aunque puede haber ligeros errores en las distancias diarias a recorrer, éste es nuestro calendario de trabajo ciclista entre el 6 y el 14 de agosto.

lunes, 11 de julio de 2016

Gallegos y austríacos, primos hermanos

Dándole vueltas a este viaje que hacemos al Danubio volvemos a descubrir que el mundo es más pequeño de lo que parece.

Los celtas tienen mucho que ver con los gallegos. Son nuestros antepasados. De hecho, Galicia debe su nombre a estos antiguos pobladores prerromanos. Si los estudios de los expertos están acertados el origen del término viene de Cal-Leach, que significa algo así como la diosa madre (la raíz indoeuropea kala se traduce como refugio, origen o abrigo).

 Ahora nos enteramos de que austríacos y gallegos somos primos, ya que unos parientes de los celtas que poblaron Galicia también ocuparon en el siglo IV a. C. una región centroeuropea llamada Nórico, a la que los romanos denominaron posteriormente Regnum Noricum, que no es otra que la situada entre la actual Austria y el sur de Alemania, es decir, los estados austríacos de Viena, Carintia, Salzburgo, Alta Austria, Baja Austria, Estiria y también el estado de Baviera, en la actual Alemania.

Así que estos austríacos, una mezcla de razas, también tienen en sus venas, como nosotros, algo de celtas. Podemos decir con razón que en agosto vamos a acercarnos a ver a los primos del norte.

domingo, 10 de julio de 2016

Mucho ojito con los brindis

Los austríacos tienen fama de pueblo maduro, equilibrado, de ser un conjunto armónico de personas en el que el buen juicio predomina y la sensatez se impone sobre la arbitrariedad. Alegres pero serios, los austríacos son poco dados a las zalamerías con las ciencias ocultas o con creencias contrarias a la razón y no son capaces de imaginar que nadie sea tan simple como para creer en las supersticiones. Para ellos los gafes no existen y no entienden qué puede significar eso de tocar madera para evitar un maleficio. Está claro que no han tenido la influencia de la cultura árabe en su historia. No saben qué daño puede hacer el número trece, ni imaginan el destrozo que puede suponer en tu vida que un gato negro se cruce en tu camino, ni creen en la baraka de los marroquíes ni en el mal fario de los andaluces. Sin embargo creen en los ritos. 

Los austríacos están convencidos, lo mismo que muchas otras culturas, que un brindis es algo serio y no se debe afrontar el rito a la ligera. Aquí también tenemos nuestro protocolo para el ceremonial. Por regla general se considera improcedente brindar en vaso de plástico, hacerlo con agua o no tomar un sorbo antes de volver a apoyar la copa. Así mismo, en algunos sitios te amenazan con un año de mala suerte si no levantas la copa con la mano izquierda. En Austria lo que resulta imperdonable es brindar mirando atontados a las copas, como hacemos nosotros. Un brindis que se precie debe hacerse mirándose directamente a los ojos. Puede tener cierta lógica ese acercamiento visual en un momento de euforia, ese intento de comunicación directa con la persona que tienes enfrente, pero también puede considerarse una tontería. Así como el castigo por incumplimiento. Los que no brinden como es debido se condenan a "siete años de mal sexo". ¡Cualquiera se arriesga!

jueves, 7 de julio de 2016

Adrenalina en las ruedas

He cogido la bici esta mañana. La primera sensación al ponerme en marcha es la de adentrarme en un placer sencillo, sin adornos, espontáneo. Lo siguiente que pienso es que la vida es un viaje de sensaciones y ésta es de una gran placidez. La temperatura es fresquita, el momento especialmente agradable. En pleno mes de julio se agradece esa suave caricia de aire frío deslizándose por las piernas, por los brazos y en la cara. El cuerpo se activa. 

Comienzo gustoso a dar las primeras pedaladas y respiro a fondo. Noto cómo se incrementa la frecuencia cardíaca, cómo se dilatan los conductos del aire. El oxígeno va entrando más a fondo en mis pulmones, la sangre se reaviva, se rejuvenece y tras la depuración el cerebro empieza a sentirse alegre. A la vez que mis piernas van girando rítmicamente mi mente comienza a ordenarse y noto que se hace más ágil. Resulta reconfortante. El pedaleo me espabila y pone mi ánimo en la mejor disposición. 

Camino despacio, concentrado en escuchar el discurrir sigiloso de las ruedas por la carretera. Disfruto de la soledad que me envuelve, soy consciente de lo bien que me encuentro y de lo mucho que disfruto por el simple hecho de moverme a lomos de una bicicleta. Me gusta su desplazamiento silencioso y me creo ingenioso cuando se me ocurre que la bicicleta es un vehículo de emociones, que es el movimiento hecho belleza. Cada vez que comienzo a discurrir en mi bici me siento montado en un felino que vuela a ras de suelo. Me reconforta la sensación de independencia y de autonomía que me embarga y me entran unas ganas caprichosas de sonreir. Se me antoja que las bicicletas tienen la capacidad de cambiar a las personas. 

Montar habitualmente en bicicleta es recibir un regalo cada día y cada vez estoy más convencido de que es una medicina eficaz contra los males de la vida moderna.

miércoles, 6 de julio de 2016

Ava de Melk, pionera, escritora y mujer

Biblioteca de la Abadía de Göttweig
A lo largo de la historia las mujeres han sido silenciadas. En el mundo de la literatura también. Algunas, incluso, han tenido que aparentar ser hombres para ser aceptadas. Fernán Caballero no era un varón sino la escritora Cecilia Böhl de Faber. Y George Elliot era el seudónimo de la escritora Mary Anne Evans. Por eso resulta llamativo que ya en el siglo XI se hablase abiertamente de una mujer escritora, Frau Ava, Ava de Götttweig o Ava de Melk, conocida como la primera autora de la literatura alemana.

En un manuscrito fechado en Bavaria en 1160 aparece una cancioncilla de amor que expresa el ideal de la amistad. El breve poema lírico, agregado a la carta que una doncella escribió en latín a un fraile, ha sido popularmente atribuido a la primera poeta alemana, Frau Ava de Melk. Hay datos para suponer que esta mujer vivió recluida en el monasterio benedictino de Göttweig, frente a Krems, y posteriormente en Melk, después de la muerte de su marido. Se sabe muy poco de su vida aunque en algún pasaje de su obra, ella misma dice que tenía dos hijos que le ayudaban.

Ava de Melk se presume que nació alrededor del año 1060 y que murió el 7 de febrero de 1127. Escribió poesía religiosa y en el poema Das Jüngste Gericht (El juicio final) Ava evoca a sus hijos que la apoyaron. Murió en una capilla que podría ser la de San Blas en Klein-Wien ya que cerca  se halla la Torre de Ava.

martes, 5 de julio de 2016

Para empezar a entendernos

Cuatro palabras de alemán para no quedarnos con cara de tontos cuando callejeemos por Austria:

   die Straße - Calle
   die Gasse - Callejón
   der Bund (o Bundes) - Federal
   der Platz - Plaza
   die Brücke - Puente
   der Markt - Mercado
   der Hof - Patio
   haupt - principal 
   der Berg - monte o montaña 

Palabras habituales compuestas:

   Landstraße:  das Land se puede traducir como campo, país o tierra.  Landstraße podría ser la Calle del Campo.
   Kaisergasse: der Kaiser es el emperador. Así que sería el Callejón del Emperador.
   Taubenmarkt: die Taube es la paloma. Mercado de la Paloma.
   Hauptplatz: Plaza Principal
   Landestheater: Teatro Federal o Teatro Nacional
   Klosterstraße: das Kloster es un convento o monasterio. Es la calle del Monasterio.
   Pfarrgasse y Pfarrplatz: die Pfarre es la parroquía. Por tanto Callejón Parroquial y Plaza Parroquial. 
   Bischofstraße: Der Bischof es el obispo. Por tanto Calle del Obispo.
   Hofgasse: Callejón del Patio.
   Römerberg: die Römer son los romanos. De ahí el nombre de Monte Romano o Monte de los Romanos.
   Volksgarten: algo así como Jardín del Pueblo
   Bahnhof: Es la estación de tren. Die Bahn es tren o carril. Der Hof, patio.
   Rathaus: Ayuntamiento. Der Rat es Consejo, Das Haus, casa. Altes Rathaus, el viejo ayuntamiento. 

domingo, 3 de julio de 2016

7Stern, una de las mejores cervecerías de Viena

Dando vueltas por la web tratando de encontrar sitios de interés para nuestro viaje, me tropecé con la página de una chica española que vive en Viena y que trata de dar a conocer al mundo los secretos de la capital. Entre ellos habla de un sitio que ella considera maravilloso. Se trata de una cervecería que ella califica de auténtica, de las de antes, llena de encanto y de sabores y olores "de esos que te llenan por dentro. Es lo que ellos llaman gemütlichkeit, el arte de vivir".

Al parecer, la 7Stern (Siebensterngasse 19, cerca de Maria-Theresien-Platz) es una cervecería a la vieja usanza con aspecto típicamente austríaco y producción de cerveza artesanal, que te dejan probar. Hay una gran variedad y originalidad (cerveza ahumada, picante, de marihuana…). Las 7 estrellas de la casa son Wiener Helles, Märzen, Bamberger Rauchbier, Chilli bier, Prager Dunkles o Hanf Bier. El espacio es muy agradable (tanto el interior como el biergarten), la comida buena y abundante, especialmente toda la carne (he leído que para el codillo hay sitios mejores), el servicio esmerado y los precios muy aceptables para un sitio así en el centro de Viena (medio litro de buena cerveza, una sopa de patatas, y un schnitzel acompañado de ensalada de patatas, 19 euros). Hay menú con precios rebajados hasta las 16 h. Se puede reservar por internet.

sábado, 2 de julio de 2016

Un poco de pasta

En contra de lo que suele suceder en España, en Austria al pedir las consumiciones, el camarero va tomando nota por separado de lo que pide cada uno porque lo habitual es que la cuenta se pague individualmente. Se presume inicialmente que cada cual se hace cargo de lo que ha pedido. 

Al final, lo más normal es que el camarero nos pregunte si alguien se hace cargo de todo o si cada cual paga lo suyo: "Zahlen Sie zusammen oder getrennt?" (¿Pagan todo junto o por separado?).

Por regla general te lo dicen de viva voz o como mucho te apuntan la cantidad en un papel pero no te dan nota. En contra de lo que muchos opinan en España no somos tan diferentes, el escaqueo fiscal es general en todos lo países. 

Aunque la expresión correcta para pedir la cuenta es: “Die Rechnung Bitte”,  eso viene a ser como pedir una factura. En Austria no se hace nunca. Es mejor decir solamente: “Zahlen” (“Tsalen”, la cuenta) y ya está.  

Es normal dejar un 10% de propina. Otra cosa que hay que asumir es que los camareros no son españoles. En una terraza con 10 mesas aunque haya 10 camareros tendremos que esperar. Prisas, las justas. Movimiento slow. El estrés es cosa del resto del mundo. Los camareros austríacos van siempre tranquis, así que lo mejor es no perder la paciencia.